Tipos de inyecciones para la alergia
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La inmunoterapia con alérgenos -o inyección para la alergia, como se suele llamar- consiste en inyectar a su hijo cantidades crecientes de un alérgeno a lo largo del tiempo. La acumulación gradual del alérgeno en el cuerpo de su hijo provoca un cambio en su sistema inmunitario, lo que hace que sea menos probable que reaccione negativamente si se expone a la sustancia.
Para ver si la inmunoterapia con alérgenos es un tratamiento adecuado para su hijo, un alergólogo pediátrico debe confirmar primero el alérgeno de su hijo con pruebas de punción cutánea o análisis de sangre. En el Children’s Hospital of Philadelphia, su hijo será evaluado y tratado por especialistas de la División de Alergia e Inmunología.
La inmunoterapia con alérgenos no se recomienda para todos los niños ni para todas las alergias. Dicho esto, la inmunoterapia con alérgenos puede ser extremadamente beneficiosa para muchos niños. De hecho, un alto porcentaje de los niños que reciben inmunoterapia de mantenimiento en dosis altas tendrán una mejora significativa de sus síntomas alérgicos, así como una reducción de su necesidad de medicación adicional.
Inmunoterapia con alérgenos
La inmunoterapia con alérgenos, también conocida como desensibilización o hiposensibilización, es un tratamiento médico para las alergias ambientales, como las picaduras de insectos, y el asma[1][2]. La inmunoterapia consiste en exponer a las personas a cantidades cada vez mayores de alérgenos en un intento de cambiar la respuesta del sistema inmunitario[1].
Los metanálisis han descubierto que las inyecciones de alérgenos bajo la piel son eficaces en el tratamiento de la rinitis alérgica en niños[3][4] y en el asma[2]. Los beneficios pueden durar años después de interrumpir el tratamiento[5]. En general, es segura y eficaz para la rinitis alérgica, la conjuntivitis alérgica, las formas alérgicas de asma y las picaduras de insectos[6]. [La evidencia también respalda el uso de la inmunoterapia sublingual contra la rinitis y el asma, pero es menos sólida[5]. En esta forma, el alérgeno se administra bajo la lengua y la gente suele preferirla a las inyecciones[5]. La inmunoterapia no se recomienda como tratamiento independiente para el asma[5].
Los efectos secundarios durante el tratamiento de inmunoterapia sublingual suelen ser locales y leves y a menudo pueden eliminarse ajustando la dosis[7] En raras ocasiones se ha producido anafilaxia durante el tratamiento de inmunoterapia sublingual[7].
Fatiga por alergia
ResumenLa inmunoterapia específica con alérgenos es una terapia potencialmente modificadora de la enfermedad que resulta eficaz para el tratamiento de la rinitis/conjuntivitis alérgica, el asma alérgica y la hipersensibilidad a los insectos picadores. Sin embargo, a pesar de su eficacia demostrada en estas afecciones, suele estar infrautilizada en Canadá. La decisión de proceder a la inmunoterapia específica con alérgenos debe tomarse caso por caso, teniendo en cuenta los factores individuales del paciente, como el grado en que los síntomas pueden reducirse con medidas de evitación y terapia farmacológica, la cantidad y el tipo de medicación necesaria para controlar los síntomas, los efectos adversos del tratamiento farmacológico y las preferencias del paciente. Dado que esta forma de terapia conlleva el riesgo de reacciones anafilácticas, sólo debe ser prescrita por médicos con una formación adecuada en el tratamiento de la alergia. Además, las inyecciones deben administrarse bajo supervisión médica en clínicas equipadas para tratar la anafilaxia. En este artículo, los autores revisan las indicaciones y contraindicaciones, los criterios de selección de los pacientes y la administración, seguridad y eficacia de la inmunoterapia específica con alérgenos.
Inmunoterapia sublingual
La inmunoterapia con alérgenos, también conocida como vacunas antialérgicas, es una forma de tratamiento a largo plazo que disminuye los síntomas de muchas personas con rinitis alérgica, asma alérgica, conjuntivitis (alergia ocular) o alergia a los insectos picadores.
Las vacunas antialérgicas disminuyen la sensibilidad a los alérgenos y a menudo producen un alivio duradero de los síntomas de la alergia, incluso después de interrumpir el tratamiento. Esto hace que sea un método de tratamiento rentable y beneficioso para muchas personas.
Tanto los niños como los adultos pueden recibir vacunas antialérgicas, aunque no se suele recomendar a los niños menores de cinco años. Esto se debe a las dificultades que los niños más pequeños pueden tener para cooperar con el programa y para articular cualquier síntoma adverso que puedan estar experimentando. Al considerar las vacunas antialérgicas para un adulto mayor, se deben tener en cuenta las condiciones médicas, como las enfermedades cardíacas, y discutirlas primero con su alergólogo/inmunólogo.
– Fase de acumulación. Consiste en recibir inyecciones con cantidades crecientes de alérgenos una o dos veces por semana. La duración de esta fase depende de la frecuencia con la que se reciban las inyecciones, pero generalmente oscila entre tres y seis meses.