Convulsiones en perros por intoxicación

Convulsiones en perros de edad avanzada

3. Ibuprofeno (Advil)El delito: El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) omnipresente en la mayoría de los hogares. En perros sanos, puede producirse una ulceración GI con dosis agudas > 25 mg/kg; puede producirse una lesión renal con dosis > 100 mg/kg. En gatos sanos, la ulceración GI es posible con > 12 mg/kg y la lesión renal con > 50 mg/kg. Es importante recordar que los signos son posibles a dosis más bajas con mascotas muy jóvenes, viejas o con enfermedades comprometidas.

Los signos clínicos comunes incluyen vómitos con o sin sangre, melena, inapetencia, letargo, ulceración gastrointestinal e insuficiencia renal. Dosis muy elevadas también pueden conducir al desarrollo de una disminución de la capacidad mental, coma y convulsiones.El tiempo: Los signos gastrointestinales suelen aparecer en las 12 horas siguientes, y la insuficiencia renal puede aparecer entre las 24 y 48 horas siguientes a la ingestión.El tratamiento: El ibuprofeno se absorbe rápidamente, pero la inducción de la emesis puede realizarse en las dos horas siguientes a la ingestión. El ibuprofeno sufre una circulación enterohepática y justifica la administración de dosis repetidas de carbón activado, especialmente en el caso de ingestiones con riesgo de lesión renal. Deben prescribirse protectores gastrointestinales durante siete a diez días. Se requiere una terapia adicional para las ingestas con potencial de lesión renal. Los líquidos intravenosos durante más de 48 horas ayudarán a proporcionar protección renal y apoyo a la hidratación. Los análisis de laboratorio deben ser monitoreados durante el tratamiento.

Qué no hay que dar de comer a un perro que tiene convulsiones

Resumen Un pastor australiano de siete años, que padecía epilepsia idiopática y estaba en tratamiento con fenobarbitona y bromuro de potasio, se presentó con signos generalizados de la neurona motora inferior. La electrofisiología y las biopsias musculonerviosas revelaron una neuromiopatía.La concentración sérica de bromuro estaba aumentada más de dos veces por encima del valor superior de referencia.Los signos clínicos desaparecieron tras aplicar diuréticos y reducir la dosis de bromuro de potasio. Este es el primer informe de un caso que describe los hallazgos electrofisiológicos e histopatológicos asociados a la disfunción de la neurona motora inferior inducida por el bromuro en un perro.

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Sonja Steinmetz.Información adicionalIntereses concurrentesNinguno de los autores de este trabajo tiene una relación financiera o personal con otras organizaciones o personas que podrían influir o sesgar el contenido del trabajo.Contribuciones de los autoresSS redactó el manuscrito y ayudó a examinar y manejar al perro. AT ayudó a redactar el manuscrito. TB hizo el examen histopatológico de las biopsias de músculo y nervio. HCS hizo el examen neurológico y el electrodiagnóstico y supervisó la gestión del paciente. Todos los autores leyeron y aprobaron el manuscrito final.Archivos originales presentados por los autores para las imágenesA continuación se muestran los enlaces a los archivos originales presentados por los autores para las imágenes.Archivo original de los autores para la figura 1Archivo original de los autores para la figura 2Archivo original de los autores para la figura 3Archivo original de los autores para la figura 4Derechos y permisos

Comportamiento del perro después de una convulsión

El cerebro es susceptible a una variedad de venenos. Los fármacos sedantes y las sustancias químicas pueden provocar una depresión del sistema nervioso central (SNC), mientras que otras sustancias pueden provocar una estimulación del SNC, incluidas las convulsiones. Éstas son especialmente preocupantes, ya que la actividad convulsiva intratable puede causar complicaciones, con la pirexia que da lugar a daños secundarios en otros órganos. Los tóxicos más comunes que se discuten aquí y que causan efectos neurológicos son el metaldehído y las micotoxinas tremógenas, que pueden causar convulsiones de inicio rápido; el cannabis, que puede causar una sedación prolongada en los animales de compañía; la permetrina, que se asocia con convulsiones prolongadas, especialmente en los gatos; y la ivermectina, que puede causar depresión del SNC, ceguera y convulsiones. El tratamiento es de apoyo en la mayoría de los casos; hay que tener cuidado al considerar el uso de eméticos, ya que existe el riesgo de aspiración en los animales con convulsiones. El control de la actividad convulsiva es una prioridad, mientras que la emulsión lipídica intravenosa también puede ser útil.

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Muchas sustancias diferentes pueden causar una variedad de efectos neurológicos tras una sobredosis o una exposición accidental. Estos efectos pueden ir desde la depresión del sistema nervioso central (SNC) hasta la estimulación del SNC y las convulsiones. Las complicaciones de la actividad convulsiva prolongada incluyen la pirexia grave, que puede dar lugar a una rápida necrosis celular; la rabdomiólisis, que puede provocar una lesión renal aguda; y la coagulación intravascular diseminada (CID). Estas complicaciones pueden conducir a un fallo multiorgánico.

Causas de las convulsiones en los perros durante la noche

El bromuro de potasio es un fármaco antiepiléptico que se utiliza en perros para controlar las convulsiones que no se controlan sólo con fenobarbital, o en perros que no toleran bien el fenobarbital. El bromuro de potasio actúa disminuyendo la actividad convulsiva dentro del sistema nervioso central. Los gatos son menos propensos a ser tratados con bromuro de potasio porque tienen una incidencia relativamente alta de efectos secundarios.

Aunque el bromuro de potasio es un fármaco eficaz, la concentración de bromuro de potasio puede tardar hasta cuatro meses en alcanzar niveles efectivos. Al principio del tratamiento, su veterinario puede empezar a administrar a su animal una “dosis de carga” (más alta de lo normal) para aumentar los niveles del fármaco más rápidamente. Si su perro está recibiendo una dosis de carga de bromuro de potasio, usted y su veterinario tendrán que vigilarlo de cerca durante este tiempo debido a la mayor probabilidad de efectos secundarios con la dosis más alta.

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El tratamiento de animales con trastornos epilépticos/convulsivos requiere un alto nivel de compromiso por parte del propietario del animal. Su perro necesitará análisis de sangre regulares para medir las concentraciones del fármaco antiepiléptico. Con esta información, su veterinario adaptará una dosis adecuada para su perro. Con toda probabilidad, su perro será tratado durante el resto de su vida. Al igual que muchos otros medicamentos de la medicina veterinaria, este fármaco no está aprobado por la FDA para su uso en animales y no está disponible a través de un fabricante farmacéutico veterinario. En lugar de ello, lo prepara una farmacia especializada.

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