Hongos en la piel del gato
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Aunque la mayoría de las enfermedades infecciosas felinas sólo afectan a los gatos, algunas de estas enfermedades pueden transmitirse de los gatos a las personas. Las enfermedades que pueden transmitirse de los animales a las personas se denominan enfermedades zoonóticas. Aunque no es exhaustivo, este artículo destaca las enfermedades zoonóticas más comunes que pueden transmitir los gatos y las sencillas precauciones que puede tomar para reducir el riesgo de contraer estas enfermedades. Para obtener más información sobre los riesgos específicos, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades zoonóticas, póngase en contacto con su médico o profesional de la salud.
La probabilidad de que una persona normal contraiga una enfermedad zoonótica de un gato es baja, pero los individuos con sistemas inmunitarios inmaduros o debilitados son más susceptibles a estas enfermedades. Esto incluye a los bebés, las personas con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), los ancianos y las personas que reciben quimioterapia contra el cáncer u otros fármacos que pueden suprimir su sistema inmunitario.
La enfermedad por arañazo de gato (EAG) está causada por una bacteria llamada Bartonella henselae, que puede estar presente en la saliva de los gatos infectados y en el cuerpo de las pulgas de los gatos. Como su nombre indica, esta infección bacteriana suele transmitirse del gato al ser humano a través de los arañazos, aunque también puede transmitirse a través de las heridas por mordedura y cuando un gato lame las heridas abiertas de una persona. Entre los gatos, esta bacteria se transmite más comúnmente por las picaduras de pulgas de gato infectadas, y también puede encontrarse en las heces de estas pulgas, que pueden servir como fuentes de infección si se exponen a una herida abierta en un gato o en un humano.
Gato de la guerra
Se observó una notable mejora en el estado de 6 gatos con infecciones micobacterianas oportunistas durante el tratamiento con enrofloxacina, un antibiótico de fluoroquinolona. Se logró la remisión completa en 3 gatos después de 3 a 7 semanas de tratamiento. Los otros 3 gatos fueron eutanasiados después de 1 a 2 semanas de tratamiento por razones no relacionadas con el tratamiento. Las lesiones no volvieron a aparecer durante el periodo de seguimiento, que osciló entre 9 y 16 meses. El tratamiento de la infección micobacteriana oportunista en los gatos es complicado porque muchas micobacterias son resistentes a los fármacos antituberculosos, que también pueden ser tóxicos para los gatos, y porque los resultados de las pruebas de sensibilidad con otros antimicrobianos no siempre se correlacionan con la respuesta clínica. A menudo, no se observa una respuesta satisfactoria ni a largo plazo en los gatos tratados quirúrgicamente o con los antibióticos recomendados actualmente. Estos resultados sugieren que la enrofloxacina es eficaz en el tratamiento de las infecciones causadas por Mycobacterium smegmatis y M fortuitum var fortuitum en gatos.
Enfermedades de los gatos
Chlamydia felis es una bacteria Gram negativa que es un parásito intracelular obligado de los gatos. Chlamydia felis no sobrevive fuera del hospedador, por lo que se requiere un contacto estrecho entre gatos para su transmisión, normalmente a través de descargas oculares. La clamidiosis suele afectar a gatos jóvenes de menos de 9 meses de edad. Causa signos oculares: inicialmente unilateral y luego bilateral con conjuntivitis, hiperemia de la membrana nictitante, blefaroespasmo, secreción ocular (inicialmente serosa y luego mucopurulenta) y quemosis. El método de diagnóstico de elección es la PCR realizada en hisopos conjuntivales u orofaríngeos. El tratamiento de la enfermedad consiste en la administración de antibióticos sistémicos; normalmente se utiliza la doxiciclina, que debe administrarse durante al menos 4 semanas para eliminar la infección, y al menos 2 semanas después de la resolución de los signos clínicos. La amoxicilina-clavulanato es un antibiótico alternativo, especialmente para los gatitos jóvenes. El diagnóstico y el tratamiento rápidos se asocian a un resultado favorable, ya que los signos suelen mejorar en las 48 horas siguientes al inicio del tratamiento adecuado. La vacunación contra C. felis es una vacuna no esencial y no está indicada para todos los gatos, pero puede recomendarse para aquellos que viven en hogares con varios gatos (por ejemplo, criaderos, refugios) con alto riesgo de infección o si ha habido un historial de clamidiosis.
Clostridium perfringens gato
La toxoplasmosis está causada por el parásito protozoario de distribución mundial Toxoplasma gondii (phylum Apicomplexa); la enfermedad puede ser clínicamente importante para casi todos los animales homeotermos, incluidas las aves y los humanos. El curso de la toxoplasmosis incluye signos clínicos generales, como fiebre, anorexia o disnea, y signos más específicos con afectación neural, respiratoria, cutánea u ocular. Debido a la amplia gama de signos clínicos, el diagnóstico en animales domésticos y de compañía puede ser complicado. Por ello, esta revisión pretende ofrecer un análisis exhaustivo de algunos aspectos poco discutidos de la toxoplasmosis, como las manifestaciones oculares y cutáneas, las infecciones congénitas, la influencia del genotipo de T. gondii en la toxoplasmosis clínica y los hallazgos recientes sobre el diagnóstico diferencial. Esta revisión podría ser de especial interés para clínicos e investigadores.
En general, la infección por T. gondii se asocia a una baja tasa de morbilidad y mortalidad en perros y gatos, pero deben tenerse en cuenta las consecuencias clínicas para las clínicas de atención primaria. La toxoplasmosis clínica es más frecuente en los gatos que en los perros, que suelen padecer neosporosis por Neospora caninum, y entre ellos, los animales no vacunados son más susceptibles.